Brasil ganó
sin jugar bien Sin
mostrar su famoso "jogo bonito" , Brasil consiguió un ajustado triunfo por 1-0
ante Croacia, gracias a un golazo de Kaká en el primer tiempo
BERLÍN (EFE) -- Una extraordinaria acción
individual de Kaká al borde del descanso supuso el triunfo por 1-0 ante Croacia y salvó
del descalabro este martes a Brasil, que en su estreno mundialista no respondió al
favoritismo unánime que se le ha otorgado.
El camino hacia la sexta Copa del Mundo no ha hecho
nada más que empezar, pero por el pobre rendimiento ofrecido va a ser mucho más sinuoso
de lo esperado si Brasil no mejora. El ansiado 'jogo bonito' no existió en la primera
parte. Ya se sabe que alcanzar la precisión perfecta lleva tiempo, pero lo que se veía
en el campo era un equipo de ritmo cansino y hasta indolente.
En esta maquinaria tan desengrasada los que pusieron
algo de lubricante fueron Zé Roberto, Emerson y, por encima de todos, Kaká.
Ronaldinho no pudo conectar ni con un errático
Adriano ni con un inmóvil Ronaldo, que estuvo de visita, no corrió y ni siquiera hizo
intención de buscar la pelota.
Con este panorama, incluso los croatas se creyeron
que podían poner en aprietos al campeón del mundo. Lo intentaron con disparos desviados
de Niko Kovac, Ivan Kranjcar y el ariete del Rangers Dado Prso.
La realidad es que la actual Croacia no es ni por
asomo la semifinalista del Mundial de Francia'98 con Davor Suker, Robert Prosinecki y
demás.
En este concierto desafinado de los brasileños en
el primer periodo, desde luego que sonaron algunas buenas notas, como un crudo remate
desde la frontal de Roberto Carlos que despejó con apuros el portero Stipe Pletkosa y un
latigazo cruzado de Ronaldinho que salió por milímetros.
Pero aún adormecido, Brasil tiene recursos para
salir de cualquier embrollo.
El destello lo dio Kaká en una galopada que
resolvió con gran maestría. Al llegar a la media luna miró y colocó el balón con la
zurda en la escuadra.
La segunda parte comenzó con la misma parsimonia y
un susto fenomenal de Prso que obligó a lucirse al portero Dida y en el rechace estuvo
atento Lucio para despejar.
Los centrales Lucio y Juan trabajaban a destajo.
Brasil defendiendo y Dida volando era algo inesperado.
La única ocasión clara de los pentacampeones en el
primer cuarto de hora fue un buen remate de cabeza de Ronaldinho que el meta croata
neutralizó con reflejos.
Parreira buscó soluciones y la más obvia era
reemplazar a un inexistente Ronaldo, un holograma sobre el campo, por su compañero en el
Real Madrid Robinho.
El juego verdeamarillo cobró algo más de ritmo,
Brasil empezó a mover la pelota y Robinho regaló algún malabarismo, pero también se
fue diluyendo.
El mejor ejemplo del aburrido tramo final del
partido es que la mayor ovación se la llevó un espontáneo croata que fue retirado sin
oponer resistencia.
Resumen
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